3. TENSIONES Y PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL
FORTALECIMIENTO DE LAS CAPACIDADES Y COMPETENCIAS DEL FUTURO PROFESIONAL
Si a la
universidad Latinoamericana y por ende a la ecuatoriana se le ha asignado un
nuevo reto, el cual es visualizar en el momento presente, los principales componentes del contexto
general, para en función de ello
responder a las demandas del entorno, es menester fortalecer los sistemas
educativos en todos sus niveles y modalidades para contribuir de manera
eficiente a la productividad, por ello la respuesta educativa no puede ser otra que señalar de manera enfática que la
educación tiene un rol clave en promover y desarrollar el conocimiento, las
habilidades, las actitudes y los valores que se necesitan para asumir aptitudes
que induzcan a provocar cambios sustantivos en la conducta y en la forma de
relacionarse con el entorno.
Con estos
planteamientos se debe propender a fortalecer los conocimientos
de la ciudadanía, a través de la educación consciente, tal desafío
demandan una cantidad de recursos que no están considerados en los presupuestos
previstos por el Estado, no obstante a ello se debe priorizar de manera
organizada tales recursos para poder dar respuestas oportunas y adecuadas que
permitan:
ü Un acceso educativo de calidad, es la más
segura y sostenible forma de cuidado de la salud que un Estado puede
proporcionar a su población.
ü Necesidad de alcanzar y mantener su relevancia y
pertinencia en relación con rápidos cambios de las oportunidades
de los mercados laborales y las demandas del mundo de trabajo con una visión
incluyente en busca de la equidad.
ü La prioridad de poner a tono con la expansión y
magnitud de la información de conocimiento e información accesibles, así como la
cantidad de demandas de pensamiento ético y crítico.
ü Las complejidades de la relación entre el cambio
climático, cambios sociales y económicos que ameritan ser comprendidos y
analizados a través de la educación.
4. TENDENCIA DE DESARROLLO LOCAL Y REGIONAL QUE ESTÁN INCLUIDAS EN LOS CAMPOS DE ESTUDIO Y DE ACTUACIÓN DE LA PROFESIÓN.
La
demanda prioritaria es mejorar el rol de la educación en cuanto a la solución
de los desafíos críticos del desarrollo, por ello la urgencia de revisión
general del plan de estudios, el cual lo se sintetiza de la siguiente manera:
ü El rumbo a
seguir en la construcción de un proyecto educativo inserto en las complejidades
contemporáneas y de los lineamientos claves en materia de formación profesional
fue la comprensión del perfil profesional.
ü Este análisis
permitió fundamentar el proyecto educativo en la dimensión ontológico-teórica y
metodológico-operativa que le da sentido al diseño curricular y que a su vez
marca las características organizativas de los procesos de trabajo, para la
producción de conocimientos, la acción social o
vinculación en la gestión de sus
directivos y las perspectivas de desarrollo como unidad académica.
A partir del
análisis del perfil, contexto económico,
político y social de la Escuela, sobresalen
algunos aspectos a través de los
cuales orienta su acción y son:
Compromiso social: todos los
sectores sociales son de interés para el
quehacer de la Escuela de Trabajo Social; sin embargo, se priorizará la gestión
orientada hacia aquellos sectores cuyas condiciones de vida y de trabajo
generan situaciones de vulnerabilidad
del pleno disfrute de sus derechos. Para lograrlo, se construirá
conocimiento y acciones comprometidas con las realidades, necesidades,
intereses, desafíos y derechos de estos
actores sociales, desde una posición de promoción, defensa y exigibilidad de
los derechos humanos, en pro de la equidad y la justifica social.
Ampliación de la democracia: parte de la
construcción de procesos de participación crítica donde docentes, estudiantes y
administrativos se deben considerar como sujetos que ejercen sus derechos y
asumen sus responsabilidades. También, supone ir más allá de los límites de la
comunidad universitaria para convertirse en promotor y defensor de los derechos
civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales, apoyando de
esta forma la construcción de una democracia inclusiva económica, social y
política.
Aceptación de la diversidad humana: parte de la
no discriminación de personas por su condición social, de género, edad, etnia,
preferencia sexual, opción política y religiosa. Implica valorar y aceptar lo
diferente, lo heterogéneo, lo múltiple, concibiéndolo como posibilidad, no como
obstáculo, para la construcción e implementación de propuestas integrales
dirigidas a diversos grupos sociales.
Contribución con el medio ambiente: En lo
ambiental, los problemas del Ecuador son ampliamente conocidos. La pobreza es,
sin duda, la principal causa y efecto del deterioro ambiental; los
profesionales de Trabajo Social promueven con su accionar cambios de actitud
frente al ambiente, trabajando con la sociedad civil, con los medios de comunicación
colectiva, del Gobierno Central y de los Gobiernos Seccionales y de algunas
áreas del sector empresarial, que permiten mantener expectativas positivas y
obligan a promover espacios para el debate, la concertación y la implantación
de una política y programas de atención a ésta problemática social.
5. HORIZONTES EPISTEMOLÓGICOS DE LA PROFESIÓN.
“Una teoría no es el conocimiento. Una teoría no es una llegada es
la posibilidad de una partida. Una teoría no es la solución, es la posibilidad
de tratar un problema. Dicho de otro modo, una teoría sólo cumple su papel
cognitivo, sólo adquiere vida, con el pleno empleo de la actividad mental del
sujeto.” (Morín, El Método, Tomo III)
En el ámbito
de las ciencias sociales, y su fundamentación teórica, se hace imperante el
“definir” el camino y alcances científicos que demuestren que Trabajo Social y
otras ciencias de este orden, han marcado y marcan su caminar epistemológico;
sin afanes de deslegitimar algunos procedimientos, los diferentes modelos
establecidos en muchas ocasiones caen por su propio peso, al ser plagiados de
otras ciencias.
Trabajo
Social como disciplina ha debido atravesar por sinnúmero de inflexiones, a lo
largo de su proceso histórico, lo que sin duda ha provocado el inicio, avance,
estructura y desarrollo de su teoría, de su praxis o la suma de las dos, aunque
de forma certera en su trayecto colocando el acento más en una que en otra,
posibilitando en este vaivén términos como: re conceptualización,
reconfiguración o re significación, terminologías de uso común en la profesión.
Incorporando
con ello el fin último del Trabajo Social que es de la construcción de un mundo
mejor, más justo y solidario, en el que se plasme la dignidad de las personas,
incorporando la idea del método como estrategia de la acción, aceptándose y
apoyándose en la incertidumbre de las realidades sociales. (Cordero, Blanco
2004, Pág. 407-417).
Esto
con el fin de concebir su lugar, su objeto y sujeto específico, es decir, alcanzar su fundamento científico, aportando
con ello el capital simbólico que le ubique en el plácido y privilegiado lugar
de poder ser considerada como generadora,
igualmente de conocimientos científicos.
Su originario
énfasis pragmático (Dewey y James siglo XIX), focalizado en el hacer o búsqueda
de consecuencias prácticas del pensamiento, y reflejada en el voluntarismo,
caridad y filantropía (Zamanillo, 1991), centrado en la atención a los pobres,
en una tejido de asistencia, control y represión, ha sido inicialmente un
fundamental obstáculo por el limitante de no encontrar preocupaciones
científicas, aspectos que aparecerán en lo posterior.
El
escepticismo ha sido otro de los obstáculos con el que Trabajo social a nivel
epistemológico ha debido encontrarse, incluyendo en él el uso de teorías,
métodos y estrategias venidas de otras ciencias o conocimientos
El
funcionalismo de Émile Durkheim, con Bronislaw Malinowski como impulsores,
parte del estudio de la cultura y los hechos sociales y de su “organización”
para la satisfacción de sus necesidades y el ser humano (grupos), haciendo
relevante las tareas y objetivos que los mantienen y conservan en la sociedad
(sistemas normativos), incluyendo en ellos modelos culturales.
La ausencia
de una cultura de sistematización e investigación de los hechos sociales, es la
piedra de tope que Trabajo Social otrora no legitima, y tampoco advierte el
considerar a la reflexión, a la problematización de la experiencia como una de
las maneras de la construcción del conocimiento.
La
fragmentación del empeño de Trabajo Social desarrollada de acuerdo a los campos
de acción de la disciplina o grupos poblacionales, obstruye la visión de la
ciencia y la búsqueda de especificad; no permitiendo un crecimiento desde
dentro y le impide el salto hacia la re significación de la disciplina.
Trabajo
Social aparece como una disciplina al servicio del ser humano, enalteciendo al sujeto,
en definitiva, se va a situar en el centro de todo contexto, para poder
entender el cómo actuar.
“Una
gran tradición filosófica occidental se ha fundado en la noción de sujeto, pero
sin poder fundarse ella misma en el mundo de la vida. La ciencia determinista
ha disuelto al sujeto, la filosofía positivista y la filosofía estructural lo
han expulsado. Y sin embargo, éste vuelve, aquí y allá, aunque sigue estando
infundado” (Morín, 2001: 81).
“Los sujetos
han de ser los protagonistas de la acción”, ya que son los dueños y conocedores
de sus necesidades y de la futura implementación o no de sus capacidades para
enfrentarlas. Como afirma
Braustein, “ser
sujeto supone vivir la vida como protagonista, y es en esa vivencia donde nos
encontramos con necesidades, deseos, aspiraciones y con posibilidades de
realización; es ahí donde necesitamos las instituciones del saber, de la
política, de las artes, de la economía, etc., para dar respuesta a nuestra
propia existencia”. (Braunstein; 2001:40).
Es
entonces, cuando deben aparecer las apuestas a lo teórico y académico, en las
prácticas sociales, dejando espacio suficiente a la neutralidad, a la recepción
de nuevas técnicas y tecnologías que están a la par con el desarrollo humano y
social, para conseguir un trabajo eficaz, eficiente y efectivo, con la
utilización de técnicas que valoren al ser humano como principio y fin del
empeño; sin ninguna necesidad de prescindir de las virtudes humanas: la
escucha, el diálogo, encontrarnos con el otro (ser), como Homo Sapiens y Homo Demens entendidos como el
complemento.
Es de remarcar que el hecho de acudir a las ciencias
sociales, no es el único camino (unidireccional pensando) para justificar la
epistemología de Trabajo Social que le proporciona las bases para constituirse
en disciplina, así lo ha demostrado Kam-Fong (1990), pues esta disciplina ha
desarrollado gran aporte en sentido inverso a las ciencias sociales en general.
La carrera de Trabajo aplica un currículo
orientado al desarrollo de competencias,
que presenta la promoción de aprendizajes teórico-conceptuales, éticos,
valorativos, sociales, y praxiológicos atendiendo a la naturaleza de los
objetos y campos del conocimiento, a los contextos del propio aprendizaje en la
cual se desenvuelven los sujetos y de los retos que la realidad social señala.
, estableciendo un proceso de
concienciación , participación, organización , gestión y movilización tendiente a formar sujetos
de Derechos a los actores sociales involucrados
y de esta manera construir
una sociedad más justa
y equitativa. (Rediseño ANUATSE 2012).
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